Lo cierto es que los concesionarios abusan de acuerdos con bancos, asociaciones, etc., para que sus mejores s tengan entrada gratuita y eso redunda en esa prdida considerable de calidad. O se abren ms salas, o se amplan las existentes, o se restringe su , por ejemplo, a pasajeros repelentemente vestidos. Pero esas salas estn pasando de eufemsticamente llamadas VIP a meros puntos para aposentarse, se supone, ms cmodamente y comer y beber gratis. Afortunadamente, la de Montevideo es de las mejor decoradas y confortables que conozco y, viajando a Asuncin con un veterano CRJ200 de Paranair, participada por los socios de Air Nostrum y que ofrece un estndar de calidad muy aceptable -y ahora opera con cdigo conjunto con LATAM-, estaba casi vaca, por lo cual era un remanso de paz.
Antes me somet al nuevo escner corporal de seguridad y de equipaje de mano, que no requiere extraer ordenadores y lquidos y obliga que algunos elementos, como las billeteras, hay que llevarlas en la mano. Esta presunta modernidad est compensada con que todos tenemos que descalzarnos y caminar sin zapatos por el suelo comn sin protectores. La terminal de la capital paraguaya a la llegada es ms cutre que un Burger King en Malabo, si se desembarca por el lado izquierdo, como hice tres das antes en una brevsima pasada, o por el derecho, en este segundo salto, que es mucho ms moderno, aunque pasado el control de pasaportes y la aduana se retorna a la parte vieja del edificio, que es la mayoritaria.
En el mismo viaje estuve, pues, dos veces en la capital paraguaya, algo inslito, teniendo en cuenta que no se caracteriza por estar bien comunicada. Pero tiene varias salas VIP pese a su poco trfico, a ninguna de las cuales tienen los pasajeros de la clase ejecutiva de Latam, ni los titulares de los niveles altos de su programa de viajeros frecuentes. Yo s, pero por otra va, y acostumbro a emplear una que no es grande y tiene el espacio muy aprovechado, pero si no est demasiado repleta es cmoda y bien dotada de catering, adems de ofrecer vistas a la plataforma de estacionamiento de aeronaves.
Mucho ms grande, espectacular y bien dotada es la de Latam en Santiago de Chile, un remanso de paz y bienestar tras soportar una enorme cola en el control de pasaportes de ese aeropuerto para volar a Madrid en un flamante A350 de Iberia. O estamos equivocados en Europa con los recipientes de lquidos y no son inseguros (su prohibicin en envases de ms de 100 ml. naci hace lustros, cuando detectaron a presuntos terroristas que pretendan disolver explosivos, sin que nunca ms se supiera nada, ni explotara ningn avin) o en Chile, que permiten llevar en el equipaje de mano una botella de vino y nunca pasa nada. Tengo la impresin que aciertan los chilenos.
Aunque lo suelo rehuir, en esta ocasin fue inevitable que hiciera un vuelo continental nocturno, entre Lima y Montevideo, despegando a medianoche y, con el cambio de hora, aterrizando a primera hora de la maana, en la clase ejecutiva de un A320 de Latam. Antes haba viajado de Asuncin a la capital peruana, en el mismo modelo de avin de la misma aerolnea, desayunando una muy apetitosa hamburguesa vegana caliente. A Paraguay la primera vez vol desde So Paulo. La enorme y agradable sala VIP de Latam all estaba acercndose a la saturacin. En Guarulhos hay numerosas salas VIP, en varias de las cuales los s tienen que hacer cola para entrar, a medida que sale gente.
Pero hay una de American Express, con una zona todava ms privada dentro, a la que decid trasladarme, ya que cada vez me gusta menos ver a la humanidad. Estaba genial hasta que lleg una joven mujer, con algo que deba ser su fotgrafo oficial y pareja y un beb, y tuve que protestar porque estaban haciendo fotos con un foco sin discriminacin. El empleado de la sala me apoy, pero no pudo evitar que hubiera media docena de adlteres, ms un par de personas que aparentaban ser de seguridad. Los horteras entorpecieron mi sosiego.
Fui a Sevilla en el AVE, en lugar de en avin, que es lo que tena que haber hecho. En los ltimos tiempos el tren de alta velocidad haba ganado puntos en mi mente en trayectos de hasta 600 km. por su puntualidad, la comodidad de ir de un centro de la ciudad a otro, embarcar hasta 2 min. antes de la salida y poderme levantar en cualquier momento. Pero se est volviendo cada vez ms cutre, con continuos retrasos y sin la garanta de puntualidad o indemnizacin que haba hasta ahora. Cada vez que me acerco a sus instalaciones, retumba en mi cerebelo la cara y los inaceptables exabruptos del ministro del ramo, del que dependen. Dara algo por estar gobernado por tecncratas.
Javier TAIBO
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